Nadie reclama la
obra 𝗟𝗮𝘀 𝗠𝗮𝗻𝗼𝘀
𝙅𝙖𝙫𝙞𝙚𝙧 𝙁𝙧𝙖𝙣𝙘𝙞𝙨𝙘𝙤 𝙍𝙚𝙮𝙚𝙨.—La escultura 𝗟𝗮𝘀 𝗠𝗮𝗻𝗼𝘀 labrada en cantera rosa que estaba en la plazoleta 𝘜𝘯𝘪𝘥𝘰𝘴 𝘱𝘰𝘳 𝘎𝘶𝘦𝘳𝘳𝘦𝘳𝘰 de la autoría de Luciano González Osorio, hecha en el año 1960, hasta el día de hoy ni las autoridades ni el escultor han reclamado por su presentación de la obra, pese a 55 años de existencia y de manera extraoficial se conoció que fue desmoronada cuando se hicieron los trabajos de remodelación de ese espacio público hace más de cinco años.
Ha sido tanto el olvido, que hasta ahora las instituciones protectoras a los monumentos históricos, como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) no han dicho nada, tanto que fueron convertidas en 𝙤𝙧𝙚𝙟𝙖𝙨, la vox populli las califica que son de 𝙥𝙚𝙧𝙧𝙤 y hechas además en lámina oxidable.
𝗟𝗮𝘀 𝗠𝗮𝗻𝗼𝘀 labradas en cantera rosa por Luciano González Osorio en 1960, fue colocada ahí durante la primera remodelación por el entonces gobernador de Guerrero el priista, Alejandro Cervantes Delgado y fue removida durante los trabajos de la última remodelación de la plazoleta 𝘜𝘯𝘪𝘥𝘰𝘴 𝘱𝘰𝘳 𝘎𝘶𝘦𝘳𝘳𝘦𝘳𝘰 en el 2015 cuando fue presidente Municipal de Chilpancingo, capital de Guerrero, Mario Moreno Arcos, del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y que en la actualidad están unas orejas laminadas con mucha facilidad se oxidan.
Han transcurrido 5 largos años, y dos del ex presidente municipal priista Marco Antonio Leyva Mena y de dos del actual también de la administración perredista, Antonio Gaspar Beltrán, presidente municipal no han hecho ni siquiera el intento de que regresen la escultura de las manos labradas en cantera.
De acuerdo a una somera explicación, representaba el monumento 𝘼 𝙡𝙤𝙨 𝙃é𝙧𝙤𝙚𝙨 𝙂𝙪𝙚𝙧𝙧𝙚𝙧𝙚𝙣𝙨𝙚𝙨 y esta fue removida de la plazoleta “Unidos por Guerrero” cuando Mario Moreno Arcos, era presidente municipal de esta capital realizó una remodelación a este lugar, en el año del 2015 y hasta esta fecha no se sabe del paradero de esta escultura.
Esta remodelación fue ejecutada por el entonces presidente municipal priista Mario Moreno Arcos, y en ese tiempo Marco Antonio Ramón Torralba, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) propuso al gobierno del estado encabezada por un año como interino-sustituto de la administración, Salvador Rogelio Ortega Martínez, a fin de que regresara la escultura a su sitio original y es la fecha que ningún gobierno estatal o municipal han dicho nada, mucho menos las autoridades de Cultura.
Además ni las autoridades de la dependencia que se encarga de estos elementos que son artísticos y que es el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) se han preocupado para que esta escultura regrese a su lugar de origen en la plazoleta 𝘜𝘯𝘪𝘥𝘰𝘴 𝘱𝘰𝘳 𝘎𝘶𝘦𝘳𝘳𝘦𝘳𝘰 que esta entre las avenidas 𝘑𝘶𝘢𝘯 𝘕. Á𝘭𝘷𝘢𝘳𝘦𝘻 y la otrora avenida 𝘔𝘪𝘨𝘶𝘦𝘭 𝘈𝘭𝘦𝘮á𝘯 de esta ciudad capital guerrerense.
Tampoco ha hecho el reclamo por el autor, porque ni siquiera es escultor de esta obra, sino un campesino chilpancinguense, Luciano González Osorio quien la hizo en el año 1960, de quien se desconoce si vive o ha fallecido, aunque estuviera ausente, sus familiares deberían hacer el reclamo a las autoridades municipales y estatales por su 𝗽𝗿𝗲𝘀𝗲𝗻𝘁𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗳í𝘀𝗶𝗰𝗮𝗺𝗲𝗻te y su colocación en el último lugar que fue colocada.
𝗟𝗮 𝗖𝗿ó𝗻𝗶𝗰𝗮, 𝗩𝗲𝘀𝗽𝗲𝗿𝘁𝗶𝗻𝗼 𝗱𝗲 𝗖𝗵𝗶𝗹𝗽𝗮𝗻𝗰𝗶𝗻𝗴𝗼, realizó un breve investigación, y pudo saber que definitivamente el monumento 𝗟𝗮𝘀 𝗠𝗮𝗻𝗼𝘀 hecha de cantera, lamentablemente fue desmoronada, cuando se intentó retirarla con una máquina retroexcavadora durante los trabajos de remodelación de la plazoleta 𝘜𝘯𝘪𝘥𝘰𝘴 𝘱𝘰𝘳 𝘎𝘶𝘦𝘳𝘳𝘦𝘳𝘰.
Ni en ese momento, mucho menos ahora a la distancia de cinco años de su destrucción, no habido alguna explicación o justificación, ya sea para el pueblo de Chilpancingo o para el autor o su familia de esa obra que estuvo exhibiéndose durante 55 años, en al menos dos lugares distintos, según el registro que se tiene.
Inicialmente se instaló en el centro del patio de lo que fue el Palacio de Gobierno, luego presidencia municipal, y actualmente el Museo Regional de Guerrero y en los últimos años, en la plazoleta 𝘜𝘯𝘪𝘥𝘰𝘴 𝘱𝘰𝘳 𝘎𝘶𝘦𝘳𝘳𝘦𝘳𝘰 hasta hace cinco años.
Sin embargo cuando se hicieron los trabajos de remodelación, el profesionista constructor y encargado de la obra, su ignorancia lo hizo cometer un 𝗺𝗼𝗻𝘂𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼𝗰𝗶𝗱𝗶𝗼 al ordenar el retiro con una retroexcavadora, con la que se acabaron 55 años de vida física y pública de la obra.
Cuando en realidad, la obra debió ser retirada manualmente para evitar que fuera destruida como finalmente sucedió, ni el mismo constructor, mucho menos el que fuera presidente municipal el priista Mario Moreno Arcos, nunca hizo una explicación pública, y después de él, el ex alcalde Leyva Mena y mucho menos el actual Gaspar Beltrán han hecho algo por esclarecer sobre el paradero de al menos los pedazos.
Tal vez con esos pedazos—si es que existieran arrumbados en alguna bodega del gobierno municipal o estatal--pudiera restaurarse para rescatar los 55 años de vida que tuvo esa obra, que fue hecha por un campesino y sin ser escultor, un habitante de Chilpancingo.
Hasta el día de hoy, ha imperado mucho desinterés hasta de la comunidad artística, y hasta de Mauricio Leyva Castrejón, Secretario de Cultura, quien en su gris papel, como que no existiera, por lo tanto se pierden las esperanzas de localizar, mucho menos rescatar esa obra que fuera hecho por las manos de un campesino de Chilpancingo.
#𝗤𝘂é𝗱𝗮𝘁𝗲𝗘𝗻𝗖𝗮𝘀𝗮. 🏡 💙