#MercedesBenz en uno de sus automóviles utiliza plásticos elaborados a base de cáñamo (nombre con el cual también se conoce a la mariguana)
USO MEDICINAL DE LA MARIGUANA.
Alrededor de 200 empresarios de diferentes sectores, acuerpados en la Asociación Nacional de la Industria del Cannabis (ANICANN) presionan y aseguran que, de prosperar la legalización en México para usos medicinales y lúdicos, podría ser multiplicadora en ramas como la agroindustria, textil, papelera, farmacéutica, plástica, automotriz y turística.
Guillermo Nieto Macotela, presidente de la Asociación, considera que el uso recreativo (para el deleite) es la cereza del pastel; pero en la parte industrial y médica de la nueva economía verde, estaría “el verdadero futuro de los mexicanos”.
La visión e interés que tienen en calidad de empresarios los hace sudar y derramar entusiasmo: “En México, el 90 por ciento del territorio tiene un clima privilegiado para este cultivo (en comparación con Canadá). Llegado el momento, es cuestión de meterle asteroides a la agroindustria y a futuro podría haber tratado de libre comercio con nuestros principales socios comerciales”.
Estiman que, “para el 2024 el valor de la hierba sea de 100 mil millones de dólares y si nosotros exportáramos 10 por ciento estaríamos hablando de 10 mil millones de dólares.
Tres veces más de los 3 mil millones de dólares que exportamos anualmente en aguacate hoy en día”. “Y si una hectárea sembrada de maíz le deja al campesino de temporal unas dos toneladas a 5 mil pesos cada una, con la mariguana industrial comercializada, subirían a 50 mil”.
Optimistas calculan un mercado de 7 millones de consumidores lúdicos y 40 millones de mexicanos que toman una pastilla o se ponen alguna pomada para el dolor derivada de cannabis. Asimismo, en la parte industrial proyectan que del grano se pueden hacer polímeros y plásticos.
Ahora, Mercedes Benz en uno de sus automóviles utiliza plásticos elaborados a base de cáñamo (nombre con el cual también se conoce a la mariguana), porque son más ligeros y eso, dicen estos empresarios, ayuda a que consuman menos combustible y también contaminen menos.
Los mexicanos utilizan unas 200 botellas de PEP al año: “Si nosotros logramos transformar esas botellas de plástico a botellas de cáñamo estaríamos haciendo que fueran biodegradables”.
La ANICANN está muy activa. Los representantes informan que están en pláticas con el INEGI para tener certeza del potencial de impuestos y consumidores, para que agregue a su catálogo de productos la mariguana y saber cómo podría venir lo farmacológico. O sea, realizan labor de cabildeo. No nada más eso. Improvisaron un vivero. En masetas han sembrado frente al Senado de la República, más de 300 plantas de mariguana. La finalidad de esta acción es presionar a los integrantes de la Cámara para que legalicen la hierba en los usos medicinal, industrial y lúdico.
A pesar de tantos problemas de
diversa índole la aprobación no es remota. Claro, no tendría que ser necesariamente
como la quieren los negociantes compulsivos. Hay iniciativas viables
esperando en comisiones. No para legalizar todo el proceso, desde la
producción, sino exclusivamente para uso medicinal que es el que suscita menos
controversia. Por supuesto, tratándose de la salud de las personas,
sería contrasentido oponerse y rechazar que haya o pueda haber en el mercado
nacional medicamentos procedentes de cannabis; disponibles obviamente bajo
prescripción médica. Para que los pacientes que lo requieran no tengan
que ir ante un juez a ampararse a efecto de poder importar la medicina. Hay
referencias que los medios han hecho públicas.
Es el caso de la niña Grace, que
llegó a tener hasta 400 crisis convulsivas al día, cuyos padres el juez Tercero
de Distrito en Materia Administrativa, Martín Santos Pérez, tuvo la diligencia
y valentía, de concederles el amparo superando la impugnación del Ministerio
Público Federal y la resistencia de la Secretaría de Salud. Con el tratamiento
sobrevino la mejoría de la menor según informó Gady Zabicky, uno de sus
médicos. Por tanto, es razonable que se debata en el Senado para que se abra el espacio
esencialmente para fines medicinales y no con los alcances que proponen los
empresarios de la ANICANN.
Al conversar sobre el tema, algunos, me incluyo, reaccionamos con prejuicios. Se debe a que el panista coca colero Fox Quesada, después de ocupar la presidencia empezó a promover activamente la mariguana.
Luego, Peña Nieto y Miguel Mancera, ex jefe de gobierno
de la Ciudad de México, por separado enviaron iniciativas prácticamente en el
contexto de la guerra contra el narco y las drogas que empezó Felipe Calderón. En
semejantes condiciones, plantear legalizar el consumo de amapola y mariguana aún
con fines sanitarios, a medio mundo le pareció incongruente.
Al respecto, el Dr. Juan Ramón de la Fuente, en febrero del 2018 publicó un libro interesante: LA SOCIEDAD DOLIDA, El malestar ciudadano. En ese mes, la campaña por la presidencia no iniciaba y el Dr. De la Fuente, posiblemente ni soñaba ser embajador de México ante la ONU.
En la página 113, señala: “Si bien es cierto que la mayoría de las personas que consumen marihuana lo hace con fines recreativos, también lo es que sus indicaciones terapéuticas se han afianzado”. En pacientes con dolor crónico, mejoran los espasmos musculares que presentan enfermos con esclerosis múltiple, hay efecto benéfico sobre la náusea y el vómito causados por la quimioterapia.
Con eso bastaría, sostiene, para
justificar la disponibilidad de medicamentos derivados de cannabis.
Empero, “para seguir avanzando en las investigaciones, es necesario modificar
el marco legal”. Esto es, legalizarla y hacerla asequible para uso
medicinal. Por ello, creo, la aprobación no es remota.
Columnista: Álvaro Venegas Sánchez. | Profesor | Líder y fundador de movimientos en la historia del Magisterio de Guerrero
Septiembre 2020.
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